Lipoescultura de papada

La lipoescultura de papada elimina los acúmulos de grasa en la papada, consiguiendo un cuello más estilizado y rejuvenecido.

En edades más avanzadas, con la pérdida de definición entre el ángulo formado entre la mandíbula y el cuello, habría que plantearse la combinación de la lipoescultura con otras técnicas, ya que la eliminación de grasa no resolvería de forma satisfactoria otros problemas como:

  • El exceso de piel y flacidez cutánea en todo el cuello.
  • o bien cuando la flacidez solo está presente en la parte frontal del cuello, lo que produce dos pliegues verticales desde la barbilla hasta el final del cuello (cuerdas). En este caso solo estirando los músculos situados debajo de la barbilla (músculo platisma) se conseguiría un resultado efectivo.

Técnica

Este procedimiento de cirugía estética Granada se realiza con una pequeña incisión en el borde inferior del mentón y a través de ella, y por medio de unas microcánulas de aspiración, extraemos toda la grasa sobrante de la zona del cuello y de la papada. Por el vaciado de la grasa hay una disminución del volumen de la zona y la piel se adhiere debido a la cicatrización que se produce al vaciar la grasa.

Si en la zona a tratar existen machas, lunares o la piel luciera deshidratada, se podría combinar con tratamientos de medicina estética.

Duración y Anestesia

El tiempo aproximado de esta cirugía es de una hora y se puede realizar bajo anestesia local.

Postoperatorio

El postoperatorio de una lipoescultura de papada no es doloroso.

La mayoría de los pacientes describen una molestia o tirantez de la zona tratada, controlables con los analgésicos habituales.

Para suavizar la inflamación se recomienda aplicar frío durante 2 o 3 días y dormir con la cabeza ligeramente elevada. Llevar una banda de complexión alrededor de la zona, para estar en casa, para controlar la inflamación y acortar y mejorar el proceso post-operatorio.

Se recomienda no realizar actividades físicas durante un mes.

Resultados

Los resultados se iran notando paulatinamente a medida que la inflamación empiece a bajar a partir de la primera o segunda semana.