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La liposucción
Desde siempre, tanto la mujer como el hombre han soñado con la esbeltez, lo que en los últimos tiempos se asocia con la delgadez o limitación de tejidos adiposos y la firmeza del cuerpo. Los cirujanos plásticos han intentado desarrollar técnicas para remodelar la silueta, eliminar el deterioro o cambio de formas que ocurre con los años, y con ello, mantener un cuerpo joven, esbelto y flexible, sin grasas.
Las técnicas
Las primeras técnicas que se aplicaron daban lugar a cicatrices visibles. El intento de evitarlas fue el origen de la liposucción. Es una técnica quirúrgica para moldear la figura (cambiar las formas), pero no para adelgazar radicalmente. Se puede aplicar sobre distintas zonas de nuestro cuerpo, en concreto: abdomen, caderas, cara externa de muslos, cara interna de muslos, rodillas, tobillos, espalda, cuello y brazos.
La técnica de cirugía plástica consiste en la extracción de tejido graso sin resección de piel mediante cánulas finas que se introducen por incisiones muy pequeñas.
Existen dos variantes de liposucción:
- El método convencional: se introducen cánulas que forman a modo de “túneles”, conectadas a un aspirador muy potente que aspira la grasa.
- La liposucción ultrasónica: por ultrasonidos se produce una licuefacción de la grasa previa a su extracción.