La otoplastia es la intervención de cirugía estética que se aplica para corregir las orejas despegadas (en asa ó en soplillo), evitando que resulten demasiado llamativas. Se trata de una malformación que puede derivar de:
- una carencia o insuficiente repliegue del antehélix, total o parcial, o bien de
- una hipertrofia del cartílago de la concha con una apertura aumentada del ángulo cefaloauricular
En la evaluación preoperatoria hay que tener en cuenta la edad del paciente y su situación emocional:
- La Edad del paciente: actualmente es posible realizar correctamente la intervención de la otoplastia a edades tempranas sin temor de alterar el desarrollo del crecimiento del pabellón auricular.
- Los factores emocionales: la deformidad auricular expone a los pacientes a burlas e incrementa el sentido de inseguridad. Por tanto, aunque no haya una edad determinada, lo normal es realizar la operación antes de la aparición de complejos o burlas por parte de los compañeros, sobretodo en niños.
Se practica una incisión por detrás de la oreja, llevando a cabo la remarcación y el modelado del cartilago de la concha. Una vez hemos conseguido marcar la forma de los cartilagos se realiza la sutura de piel, no dejando puntos enterrados para evitar que se comporten como cuerpos extraños.
La intervención es sencilla con duración aproximada de una hora. Se realiza con anestesia local y de forma ambulatoria (sin pernoctar en hospital). El paciente sale de quirófano con un vendaje que llevará durante 2 ó 3 días, y que luego sustituirá por una cinta medio compresiva. A los siete días se quitan los puntos y el paciente puede reiniciar su vida normal.
Resultados
El resultado es excelente en la mayoría de los casos y los complejos desaparecerán. La intervención raramente es problemática.